El carisma de la
Congregación vivo y presente en la historia.
En esta última semana del mes misionero hemos estado acompañadas en la Escuela de Formación de Junioras por nuestra hermana Bertha
Banegas, Misionera Claretiana, con el tema de “Diferentes formas de leer el Carisma y la Historia ”.
Como preparación necesaria al taller, leímos la historia de la casa de Reus
desde el momento en que la
Madre Antonia vio conveniente y necesaria su fundación hasta el repaso de las crónicas de la comunidad en
la actualidad.
Vimos que para comprender mejor la historia de nuestra Congregación es
fundamental conocer la vida de nuestros Fundadores, las circunstancias que les
tocaron vivir, porque ellos fueron hijos de su tiempo que respondieron con
generosidad al llamado que Dios les hacía para dar respuesta a una necesidad
concreta. Es el contexto histórico quien nos dice la razón de la misión, la
razón de ser, el modo de ser propio de la Congregación. El
padre Claret y la madre Antonia París fueron personas valientes que quisieron
ser testigos de Jesús. Ellos descubrieron en la realidad que vivían algo a lo
que se sintieron llamados a remediar, fueron personas dóciles a la acción del
Espíritu Santo en ellos.
Al paso de los días fuimos descubriendo que el carisma es algo dinámico,
que fluye y crece a través del tiempo en las diversas culturas y que va tomando
las más ricas y variadas expresiones. Asimismo, nuestro carisma tiene rasgos
esenciales que están presentes y condensados en todos nuestros documentos y que
permanecen en el tiempo, como por ejemplo el amor a la pobreza, la confianza-esperanza,
espíritu de familia, la
Palabra , acción-contemplación, misión… El carisma y la
historia se relacionan y se complementan la una con la otra.
También aprendimos que hay muchas maneras de leer el carisma: Cronológica
(tiempos, fechas, personas, lugares) Kairológica (tiempo de Dios/presencia
salvadora) Comparando los contextos (1855-2013) Narrativa (los hechos tal y
como sucedieron) Bíblica, Cristológica, Mariológica, Eclesial, Misionológica… El
desafío para nosotras es saber leer los signos de la presencia de Dios en la
historia de salvación que cada día vamos escribiendo en el libro de la vida
personal y congregacional.
Descubrimos la importancia de la transmisión del carisma: ¿cómo lo hacemos?
¿contagiamos e invitamos a los demás a seguir a Jesús al estilo de París y
Claret? La mejor “propaganda vocacional” es cuando somos capaces de transmitir “lo
que hemos visto y oído” desde la propia experiencia de encuentro con el Señor.
Cada una de nosotras está invitada a traducir en nuevas expresiones los textos
de inspiración carismática: el carisma es el mismo, la novedad está en las
formas. Y como dice la letra de una canción: “…somos los mismos, somos los de siempre, pero somos nuevos, nuevos
prácticamente..”.
Te invitamos a que la puedas escuchar:
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